El tesoro escondido de Albacete que la UNESCO convirtió en Patrimonio de la Humanidad
Un pequeño pueblo que linda con Jaén, Granada y Murcia y que conserva más de 60 cuevas con pinturas rupestres

Sus más de 60 abrigos con pinturas prehistóricas hacen de esta localidad un auténtico museo al aire libre. Allí, nuestros antepasados dejaron grabadas escenas de caza, danzas y rituales que todavía hoy sorprenden a arqueólogos y visitantes.
Arte prehistórico
Las pinturas de Nerpio forman parte del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1998. Este conjunto reúne más de 750 enclaves desde los Pirineos hasta Granada.
En este municipio se conservan dos grandes estilos. Por un lado, el Arte Levantino, más realista y narrativo, con figuras humanas cazando, bailando o guerreando; por otro, el Arte Esquemático, más simbólico, con trazos simples y formas geométricas. Algunos lugares, como la Solana de las Covachas, muestran ambos estilos superpuestos, lo que sugiere que diferentes culturas prehistóricas compartieron el mismo espacio.

Los abrigos más destacados
Este conjunto, el único visitable actualmente, está formado por nueve cavidades situadas en la cabecera del río Taibilla. En sus paredes se pueden ver figuras humanas, animales y escenas que evocan la vida cotidiana y espiritual de hace miles de años.
El entorno de Nerpio es un espectáculo natural. Dentro del Parque Natural de Nerpio, el visitante puede disfrutar de montañas, bosques y una fauna única, además de su valiosísimo legado artístico. Para acceder a las pinturas es obligatorio reservar una visita guiada a través de la Oficina de Turismo de Nerpio, una medida que protege los yacimientos y permite descubrirlos de forma segura.

Nerpio no solo es uno de los pueblos más bellos y tranquilos de la provincia, sino también uno de los más antiguos en cuanto a herencia cultural. Su arte rupestre, que ha sobrevivido más de 7.000 años, convierte este rincón de Albacete en uno de los tesoros prehistóricos más valiosos de España. Quien lo visita, dice que allí el tiempo se detiene. Porque en las montañas de Nerpio, las rocas aún cuentan las historias que la humanidad escribió antes de tener palabras.
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